Cultura Mexicana: Revisión y Prospectiva
Capitulo VIII Cultura y Comunicación Masiva. La radio y la televisión mexicanas.
Un tema demasiado interesante y de gran amplitud que comienza con una primicia muy interesante “Los medios de comunicación son el reflejo de una cultura pues es una expresión cultural pero también un condicionamiento” o al menos eso es lo que deberían ser los medios pero quizá no sea el caso en los medios mexicanos.
Algo que de verdad me llama la atención es el hecho de que en todo el texto se aborda con mas frecuencia el tema de la televisión a diferencia de la radio –esto puede ser un pormenor de la influencia de esta y un indicador de que frecuenta la gente-.
Y ya que hablamos de la televisión, el autor no habla de “un monopolio virtual en la televisión mexicana” dado mi razonamiento si existe un monopolio televisivo y este tiene limitante en la expresión cultural es lógico que el medio no sirva de mucho para una libre expresión, ósea que no somos tan libres de decir lo que queremos donde queramos sin olvidar el respeto a los demás.
Una reflexión muy interesante y aplicable a diversas situaciones es que la inestabilidad y falta de objetivos claros es un obstáculo.
Hace no mucho tiempo me escandalice sobre cierta noticia que involucra a la educación y a la televisión y es que el secretario de educación Lujambio felicito al productor Juan Osorio por sus novelas que son educativas y resalto que la televisión no solo era una caja tonta. A decir verdad cuando leí esto no solo me sorprendí me quede con en el Jesús en la boca… como una novela iba a educar….
Claro que en este caso yo estaba mal, como me lo hizo comprende Ruth y este texto, y es que solo me limita a pensar en educación como la que se imparte en las instituciones, cuando educar implica más allá del mundo de las escuelas y fue ahí donde la frase “generar consenso políticos a través de la unificación ideológica” esto me dice que es muy probable que la mayoría de las personas que vemos televisión estamos predispuestos a seguir un camino impuesto de manera sutil.
Claro es que los medios no determinan pero si influyen en la sociedad, habla de dos generalizaciones la 1) que los medios no reflejan la sociedad, y 2) que la sociedad modifica sus valores a partir de la influencia de los medios, pero ¿como es posible esta influencia?, Báez nos dice que se encuentra un hilo conductor “el sentimentalismo y la cursilería como mecanismos de identificación nacional”, al leer esta manera de llegar a las personas e involucrarlas en procesos me recordó la fundación Teletón, de la televisora Televisa, donde se muestran a niños con limitas capacidades físicas en situaciones económicas que les impiden la mejora de su condición, pero este no es el espacio para un análisis por lo cual solo dejare la idea al aire.
Avanzamos sobre el punto de las modificaciones en la programación televisiva temas “tabú” que han sido desmantelados y puestos en pantalla, uno de ellos es el sexo, el contenido sexual en la televisión cada vez es mas fuerte y esta de modo mas libre para cualquier publico sin importar la edad; los niños de ahora pueden ver en las telenovelas como una pareja “hace el amor” y lo imitan -esto ligado a la falta de información sobre la sexualidad- a mi parecer es una gran problema pues hace no mucho platicando con una madre de familia me comentaba que en la escuela de su hijo se suscitó varios problemas porque niños que tienen menos de 12 años comienza a tener una vida sexual activa imitando lo que ven en la televisión, algo demasiado fuerte y sobre lo que se deberían tomar medidas apropiadas.
También nos encontramos con programas que nos muestran problemas que tienen ciertas personas con su familia “el espectador puede reír sin remordimientos de la estupidez ajena” no son solo programas para concientizar a la gente de ciertas conductas “inmorales” si no que aceptas condiciones sociales perjudiciales para el progreso. Algo que recuerdo mucho es que cada vez que acudo para cortarme el cabello, por lo general en las tardes, pasan un programa en el cual se presentan familias disfuncionales y la conductora les ayuda a solucionarlos, junto a abogados y psicólogos, utilizando un lenguaje sorprendente “que pase el desgraciado” y empiezan las señoras que ven el televisor “Ay manita que horror con ese desgraciado, pero ya veras que le ira mal” “Ay que desgraciados son los hombres” y demás frases muy semejantes, el lenguaje tan ofensivo que utilizan para llegar a la gente es increíble llamar “retrasado mental” a un hombre que no lo es, es racista y demasiado despectivo.
Luego tenemos a la violencia, ha existido por mucho tiempo la queja de que las caricaturas para niños muestran demasiada violencia, pero no ponen atención en esto que resalta el autor la violencia es repetitiva en los noticieros creando el síndrome del mundo malo “los televidentes perciben el mundo como un lugar mas inseguro de lo que es en realidad” y es cierto, de repente cuando en las noticias anuncian que hubo tantos asaltos, homicidios etc. mi mamá empieza “pero como vas a salir solita, es muy peligroso, las cosas están muy feas, ya ni en la casa esta uno seguro” la gente ya no podrá salir a la tienda por miedo a que los asalten o maten, ya no quieren ir a lugar como el DF. porque es muy peligroso y demás cosas. Me pregunto como estarán las personas que leen periódicos como “El metro” y “Alarma”.
Con lo que quisiera terminar, antes de extenderme mas pues el texto es bastante rico para opinar, es en una frase que me pareció muy fuerte “mucha gente siente que no hay realidad si no se le muestra en la pantalla del televisor” con todo lo leído en el capitulo y en el libro mismo, realmente es algo que se necesita una reflexión muy grande y amplia de sobre los que pasa en México.
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Cuando yo tenía 8 años, iba al negocio de mi vecina y en la parte de antrás tenía un alero de periódicos viejos con los que envolvía mercancia. En una de esas tardes aburridas me encontré la revista ALARMA... Después de tardes de lectura solitaria en la trastienda iluminada a 25 watts, me di cuenta que la ALARMA refriteaba sus notas y sus fotografías, casi siempre pasaba lo mismo y las fotos eran las mismas... Después leí La Perla de Steinbeck, esa sí que me impresionó.
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